domingo, 31 de enero de 2016

Felicidad y creación


La felicidad como obstáculo para la creatividad; preocupación planteada por mi sobrina Milena en una reciente entrada de su blog. Interesante, personal y sincera, palabras que suenan a mar, su isla. Te entiendo, discrepo.

La felicidad. Cada pensador, una definición; de occidente a oriente. De la filosofía a la psicología. Múltiples visiones. Así que cierro el buscador y me planto frente al tablero de mi propia experiencia e introspección de lo leído.

La felicidad como emoción. Pues no. No exactamente. El  miedo, la tristeza, la ira y  la alegría configuran el marco de nuestras emociones básicas. La alegría como emoción, momentos, pero, la felicidad... la felicidad  va mucho más allá; estado de ánimo, cielo y meta, alma y destino; una máxima del ser humano; subjetiva y cultural; profunda y abstracta; personal. La edad como variable, querida sobrina. Toda la vida por delante, frente a  menos vida y más historia. De una enardecida búsqueda, explosión y júbilo, a la armonía de la madurez. Percepciones antagónicas.  

La creatividad.  A  bote pronto, desde mi sillón de neuróloga apasionada de la escritura como proceso de abstracción, la creatividad es búsqueda y es armonía. Y, siendo búsqueda, a determinada edad, la felicidad puede llegar a sentirse como un estorbo, choca, se revela, agobia, de ahí tus dudas. Pero, siendo paz y meta, la felicidad no puede ser obstáculo sino mar, así pues, sumérgete, crea, a por tu mar.  La vida es camino y no se detiene. Mejor no sigo.     

Y es que, más que sobre la felicidad y lo que es o no es, como neuróloga clínica soy experta en lo contrario. Estados de ánimo bajos, depresiones y ansiedades, cómo superarlos. Fármacos que actúan sobre nuestro cerebro y conducta y lo tranquilizan, ayudan a levantarse, a ver las cosas menos negras, dormir. La química de la felicidad. Un apasionante campo que no deja de asombrarnos y  contribuir a un mejor  manejo clínico de la salud mental y sus alteraciones. Serotonina, noradrenalina, endorfinas... No hay pastillas milagrosas. O si. Pacientes que no duermen por su ansiedad reactiva a problemas personales de gran envergadura que gracias a dichas medicaciones consiguen conciliar el sueño, despertarse más tranquilos, enfocar su vida y sus problemas desde una visión más serena, menos angustiante, más equilibrada y positiva. Una cierta tendencia a abusar de ellas; de acuerdo. Pero que absurda esa extendida terquedad de pretender vencer sin apoyo médico situaciones clínicas claramente necesitadas de ayuda. Bajo control experto; vital, tan a menudo, ese milagro de serenar mente y penas.

En fin, volviendo a "la felicidad prohibida" que tan bien expresas en tu blog,  en lo que a mi respecta, cuantas menos preocupaciones, más creativa, más capacidad de concentración, abstracción, vida interior que es luz y es paz, felicidad. Porque, sin lugar a dudas,  la creatividad es en sí misma fuente de felicidad. Y qué fuente. Torrente y sentido vital. La armonía de la madurez, frente a la búsqueda y fuego de la juventud. Envidia de edad e isla. A disfrutarla. 



milenaguell.com



                                       
                                   


                                   

lunes, 25 de enero de 2016

Se aprende andando


Regreso a la medicina que es lo mío. El problema o la virtud de esta ciencia por y para la  salud  es que está en todas partes. Desde la cocina al salón, terremotos y masacres; la humanidad. Paseas por un bosque y la necesidad de sortear un tronco  te recuerda que tu rodilla no está para grandes alardes juveniles. Abres un periódico; tragedias, alegrías colectivas como excepción, lo individual queda en anécdota, artículo de reflexión sobre el tiempo, amor, la escritura; vida y lenguaje. Todo es cuerpo y cerebro.

Deseando que pasen cuanto antes unas cuantas semanas de yeso y paciencia, donde más serena y concentrada me siento es escuchando y explorando problemas de las personas que vienen a visitarse; reflejos, balance muscular, equilibrio coordinación, memoria… Si además el paciente sale aliviado de mi consulta, mucho mejor.

El caso es bastante habitual. Aún joven, resonancia en mano. Lleva un par de días temblando desde que recogió la prueba y se le ocurrió  leer el informe: múltiples lesiones de sustancia blanca en ambos hemisferios cerebrales. Probable etiología isquémica o desmielinizante. Qué horror. Si sólo consultaba por una cefalea que ya ha cedido. Imposible contenerse, internet le remató: lesiones de sustancia blanca: la esclerosis múltiple por todas partes.

Entra y apenas me saluda, se sienta, cara de drama, intuyo la confusión. Mientras leo el informe y voy cargando el disco con las imágenes en cuestión, inicio mi no siempre sencilla labor de neuróloga experimentada. “Tranquilo, el radiólogo sólo informa la prueba. Al neurólogo le corresponde analizar las imágenes descritas, relacionarlas con la clínica y determinar su importancia. Es muy habitual que en esta zona del cerebro llamada sustancia blanca se visualicen pequeñas imágenes de escaso o nulo valor patológico. Son hallazgos radiológicos muy poco significativos. Pero enseguida las veo y lo confirmo”.

El disco tarda en cargarse; más de quinientos cortes del cerebro desde distintas posiciones. A veces se resiste. La tecnología falla cuando más la necesitas. Un par de minutos de impás, silencio inquietante.  Al fin se abre. “Efectivamente, lo que me imaginaba: lesiones puntiformes, pequeños puntos blancos. En el informe detallan que son múltiples, pero tampoco son tantos. Escasos, diría yo. En su cerebro no hay ninguna lesión preocupante, se descarta un tumor como causa de la cefalea de reciente aparición. Así pues, por exclusión, el dolor de cabeza por el que consulta es tensional, ninguna importancia. Estás mínimas lesiones de sustancia blanca se ven a menudo, no queda clara su etiología, pero, en su caso, no debe preocuparse en absoluto”

La resonancia visualiza el cerebro con una precisión asombrosa; nuestra historia cerebral en imagenes Si el paciente es joven, dichas lesiones, efectivamente se relacionan con la esclerosis múltiple, pero, para ello,  deben verse no sólo pequeños puntos blancos sino áreas claras y características que sugieran dicha enfermedad. Una enfermedad que, por otra parte, no cursa con cefalea. A según qué edad, se suelen relacionar con una posible patología vascular isquemica  de pequeño vaso y se debe completar el estudio. En determinados casos, por prevención, se opta por pautar una aspirina de 100 mg al día por su efecto antiagregante plaquetario que previene la posibilidad de  trombosis. Pero no es el caso de este paciente. Sus pequeñas lesiones de sustancia blanca entran dentro de lo que llamamos hallazgo radiológico sin relevancia patológica. 

He conseguido tranquilizarle, creo. No siempre lo consigo.  Actitud, pregunta tras pregunta, intuyo que consultará a otro neurólogo. Ningún problema, al contrario. O, tal vez, un problema para el propio paciente de caer en manos de un especialista recién licenciado. En neurología, como en la vida, la experiencia es un valor. Se aprende andando, como en democracia; la nuestra, aún joven,  visto lo visto y visto lo que nos queda por ver.  

Foto entrada F.
A. Nuñez
                                             


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miércoles, 13 de enero de 2016

¿ Quién es el valiente?


La mayoría parlamentaria en Catalunya sigue adelante en su proceso hacia la desconexión… se desconecta un cable, un radiador…  menuda palabra más desagradable a nivel humano y colectivo. Mayoría en escaños - no en votos- ahora encabezada por un nuevo presidente de cuyo primer discurso deja patente una firme y más que probable ilusoria voluntad de no retorno.

Qué tiempos más penosos para los que no nos sentimos identificados con dicho proyecto, para los que no sentimos el nacionalismo -a uno u otro lado- como algo relevante en nuestras vidas, pero que nos preocupan las consecuencias negativas que se vislumbran de esta deriva unilateral y empecinada. Un desasosiego a analizar por contradictorio. Si no nos sentimos nacionalistas, si nuestras vidas ya están más o menos consolidadas... que se las apañen, podríamos pensar. Pues no, no es tan sencillo, ahora te entiendo, padre.

"Plantear una incompatibilidad entre Catalunya y España afecta profundamente a muchos catalanes " preciosas palabras  nacidas de la razón y sobretodo del corazón que escribiste sabiéndote en las últimas semanas de tu vida hace ya tres años. ¿Hacia dónde vamos? articulo publicado en la Vanguardia. Antes de enviarlo, me lo enseñaste. Mientras lo leía, la sinceridad de tus palabras me impactó. “Sintiéndote tan catalán… no sé si trasmites un exceso de españolismo” “Quizás esta frase la podrías expresar con algo más de ambigüedad" recuerdo muy bien mis comentarios. Un cierto sentido de protección, tal vez. En todo caso, así lo sentías, te reafirmaste. Realmente que absurdo esconderse en palabras más confusas, siendo como eras un hombre tan coherente y respetado -entre otras cosas, por ello mismo-  en todos los ámbitos de tu vida. 

“No es tiempo de cobardes”. Resalta  con tono amable  el nuevo presidente de la Generalitat ante el enorme desafío que pretende iniciar. Y me pregunto… en esta sociedad que vivimos ¿Quién es el valiente?  ¿El que se sube al carro de Alicia en un nuevo país de las maravillas por un proyecto que considera el mejor o el único camino posible a pesar de la incertidumbre que comporta con más que evidentes obstáculos y deterioros colectivos inevitables? o ¿ el que  dice lo que piensa y piensa que la aventura independentista llevada por el sendero que la están llevado más que valerosa es temeraria y muy perjudicial  al menos a años vista para el bienestar y el futuro de todos y muy en particular el de los propios catalanes?

Lo que tengo muy claro y me llena de orgullo es que tú fuiste un valiente; padre.  Y que mi consejo de que enmascararas  un poco tus palabras  fue un tipo de cobardía muy asentado en nuestros lares. En fin, pendiente de ciertos datos económicos de entradas y salidas  tan manipulables y complejos de aclarar, por mi parte, comienzo a aclararme, padre. Sin ser nacionalista, me preocupa Catalunya y me preocupa España más de lo que he querido  reconocerme a mi misma  durante estos años de cierta ceguera y silencios más o menos interesados, silencios, en todo caso, más cobardes que valientes. Respetando otras visiones desde la sinceridad, esta pretendida desconexión de España, además de parecerme inviable, un desproposito, no la deseo en absoluto. Tristeza, preocupación, rabia, cierta impotencia... ante este panorama que pretende imponerse como mayoritario cuando no ha alcanzado el 50% en las urnas. Y meto el dedo en la llaga que ya va siendo hora ¿ Cuántos votos  se bajarian del carro si realmente no hubiera marcha atras hacia un entendimiento tan deseable como posible? ¿Autorizados para iniciar desde las instituciones el llamado proceso unilateral y mientras tanto utilizar los medios de todos para conseguir más votos? No sigo. Menos mal que nos queda tu recuerdo, padre. Gracias por tus palabras y ejemplo.

Hemeroteca la vanguardia
Jueves 8 noviembre 2012
Carlos Güell de Sentmenat









sábado, 9 de enero de 2016

Error por exceso de optimismo


Vaya desilusión. Viéndole andar por el pasillo  hacia mi despacho… pasos cortos, arrastrando los pies...pocas dudas al restecto: la retirada de la medicación  supuestamente causante de su cuadro parkinsoniano no había producido el efecto anunciado: la desaparición o, al menos, la  mejoría de sus síntomas motores.

87 años. Envidiable estado general  hasta el día que se levantó convertido en  un anciano incapaz de elevar los pasos al caminar, imposible el viaje previsto,  incrédulo,  desesperado, a él que tanto le gustaba pasear, sin problema alguno de movilidad hasta ese fatídico día, aún  activo en su profesión de abogado.  

Parkinsonismo de probable origen secundario a un fármaco pautado desde hacia unas semanas por problemas digestivos de escasa relevancia:  esa  fue mi impresión diagnóstica después de descartar con una RNM otras causas secundarias como un tumor cerebral, patología vascular o una hidrocefalia normotensiva. Descartado asimismo otras causas metabólicas como una alteración tiroidea, quedaba -como etiología más que probable- la posibilidad de que su cuadro parkinsoniano no fuera degenerativo sino secundario a dicha medicación: sulpiride o dogmatil. Una de tantas medicaciones con efectos secundarios potencialmente causantes de cuadros parkinsonianos.

Tanta dificultad para caminar, de un día para otro… un comienzo tan agudo no es nada habitual en la llamada enfermedad de Parkinson; entidad  de origen degenerativo y de causa desconocida que suele cursar de modo lento y progresivo. Tanta ilusión por parte del paciente por seguir con sus viajes y sus planes. Entre unas cosas y otras, me agarré al supiride como medicación causante de su cuadro clínico y cometí un error. Un error no exactamente diagnóstico sino  error de exceso de optimismo al trasmitirle dicha probabilidad al paciente con más seguridad de la debida. “Deje de tomarla  y lo más probable es que mejore  en  unas semanas" algo así le debí comentar. 

El caso es que el paciente salió eufórico de mi consulta. Su médico de cabecera me llamó para decirme lo contento que se había quedado con mi visita. Así pues, el desanimo reflejado en la cara del paciente y de su familia mientras entraban en mi consulta después de no haber apreciado ninguna mejoría pasado dos meses desde que suspendiera la medicación comentada... más que lógico desánimo. 

Y eso que  no se trataba  del primer caso en mi larga lista de años y pacientes que no mejoraba al retirarle la supuesta medicación causante de sus problemas motores parkinsonianos. Pero, en este caso,  lo cierto es que sin duda le  había trasmitido mi impresión diagnostica con más seguridad de la debida. Y ahora, además del lógico desengaño, cierta desconfianza flotando en el despacho.  “Aún es pronto - concluí después de una exploración rutinaria confirmando la no mejoría de ninguno de sus signos clínicos.. aún hay que esperar unos meses más... mientras tanto, vaya realizándose esta prueba que ayuda a confirmar o descartar  la enfermedad de parkinson degenerativa” DATCAn cerebral. Prueba que estudia el metabolismo cerebral de la dopamina. Su expresión... un poema, sus viajes a Madrid, sus clientes, sus planes…  En fin, después de estas semanas sin mejoría, ahora mi impresión es que en unas semanas más no mejorará. Quizá sí, no lo creo. En fin, ahora tampoco me parece oportuno cambiarme de bando emocional y  desanimarle. Menudo lio entre el exceso de optimismo y el exceso de pesimismo. Las palabras justas. El tono adecuado. Se aprende con los años. Aunque, ya veis, no es fácil, errores de esta índole, ni el primero ni el último,  eso seguro.  Hasta otro día, amigos, así comienzo este nuevo año  lleno de incertidumbre colectiva. Desearnos lo mejor, a poder ser  sin excesos de optimismo ni pesimismo… menudo lio.
Foto entrada F. A. Nuñez
Lamara