domingo, 27 de noviembre de 2016

La hora de Cuba



Toca descanso. Finalizado el primer capítulo de los tres previstos. Según me especifica una amiga experta, más que una novela de no ficción lo que estoy escribiendo es una biografía novelada, creí entender la diferencia, pero, se me ha olvidado, o no me quedó suficientemente clara. En todo caso, real y pasado, presente, pensamiento y actividad. De los muchos proyectos en los que se implicó mi padre, temía en especial al del Círculo de Economía aún vigente y en plena actividad.  Muy significativo para él, no lo viví de cerca, revisar lo publicado sobre la historia de esta entidad, pensé que me iba a suponer un problema no ya de tiempo sino de interés y comprensión. En mente, el master de economía de la Salud que realicé hace ya bastantes años,  aún recuerdo lo que me costó superarlo. Entre la filosofía y las matemáticas, una ciencia mucho más alejada de la práctica cotidiana de lo que suponía.  Interesante experiencia que me sirvió para reforzar mi vocación de médico de bata y martillo.

Pues bien, grata sorpresa, un placer. Adentrarme en la historia del círculo de Economía ha resultado todo un aprendizaje y descubrimiento. Entidad nacida en 1958 -coincidencia que no desvelo- estricta prohibición de cualquier asociación de carácter político ajena al régimen. Sus fundadores -mi padre entre ellos- la registraron como ‘club comodín’ con el ajedrez como actividad recreativa. Reunión a reunión, un proyecto cuya intención  no era ocultarse sino analizar problemas plantear, soluciones y compartirlos con la opinión pública. Modernizar la economía; incorporarse a Europa, economía de mercado, democracia. Entre lecturas obligas, un articulado  publicado en una revista del ministerio de comercio me ha supuesto una  satisfacción muy especial. Marzo 1968, ‘El empresario ante el futuro’ frase, tras frase sin desperdicio;  larga etapa de aislamiento... necesidad de reformas para incorporarse a Europa… al grano, sin dobles tintas, razón y compromiso. Deseando publicar mi libro y añadir este articulo de mi padre como presidente por aquel entonces del Círculo de Economía. La capacidad de actuar desde la osadía del valiente y la inteligencia y templanza de quien conoce el terreno por donde circula y opta por la prudencia firme y serena sin renunciar a la libertad.

Siempre intento introducir en cada entrada de mi blog hechos míos cotidianos en relación a otros de actualidad y en base a aspectos de la mente humana y al paciente en particular, en esta entrada, el paciente es Cuba, paraíso prisionero de su historia como otros tantos de ayer y de hoy, ojalá no de siempre. Es su hora. La hora de las personas que como mi padre permanecieron serenos y atentos,  formándose  para este momento, trabajando y pensando en busca de las mejores soluciones para la sociedad en su conjunto, suerte y mucho ánimo.


                                  







sábado, 12 de noviembre de 2016

Minimizar el impacto


Minimizar el impacto. ‘El sol seguirá saliendo cada mañana’  el más  pálido amanecer para el primer expresidente negro norteamericano de la historia, menudo final de historia, de la retorica de gesto y palabra elegante, a la victoria de lo peor en cuanto a formas y contenidos, más de un año cambiando de canal, repulsión hasta el punto de tener que cerrar los ojos, imposible escucharle, enterándome de sus disparates por artículos sin su rostro, insoportable, intolerable machismo, racismo, lo peor que llevamos dentro al mando y  cabeza de mi admirada nación.

Minimizar el impacto. Se adaptará, ya se está adaptando, suavizará sus formas, lo que dijo ya no lo dirá, imborrable este año de disparates, ya veremos lo que vendrá, por mi parte, venga lo que venga, seguiré cambiando de canal, cerrando los ojos, pasando página, repulsión, vergüenza y tristeza, desazón, ilusionada con mi inglés, recién llegada de unos días deliciosos en Cambridge, el idioma de mis sueños, desde este amanecer, menos ilusionada.

Minimizar el impacto. La salud por delante, una paciente que acude a mi consulta por presentar hormigueos en sus manos y pies desde que inició la tanda de quimioterapia que no tiene más remedio que continuar debido a su cáncer de mama; un matrimonio mayor y sin hijos cuyos recursos no alcanzan a poder explorarles a fondo sus funciones superiores pero que todo parece indicar ambos presentan una demencia degenerativa tipo enfermedad de Alzheimer, ella cocina, olvida el fuego, él conduce, conduce estupendamente, según me aclara, imposible afirmación ante sus problemas evidentes de orientación, memoria; el siguiente paciente lo remiten de urgencias, una parálisis facial, de repente, no cierra el ojo, la boca desviada, no sigo, evidentemente, la salud es lo que importa, siempre nos quedará Leonard Cohen, eterno, Suzanne, Canadá.