Resulta que compartimos
lugar de veraneo; Comillas. Resulta
que soy muy amiga de tus tíos desde mi infancia. Resulta que eras amigo de varios sobrinos míos. Pero, tu
acto heroico, Ignacio Echevarría, tu
reacción que terminó con tu vida me ha provocado una extraña sensación que creo
va más allá de cercanías afectivas y se sitúa a un nivel universal en cuanto a
humanidad se refiere.
De los emotivos artículos
que he leído al respecto me quedo con la siguiente reflexión; al saltar de tu bicicleta con tu monopatín para tratar de salvar a la mujer que estaba
siendo atacada con un cuchillo en un espeluznante e incomprensible acto terrorista,
en cierta manera, nos has hecho a todos un poco mejores. Teniendo en mente mis
propias reacciones ante momentos determinados, intentaré explicarme.
En más de una ocasión no
he tenido más remedio que detenerme y acercarme al lugar de un accidente. A los médicos se nos presupone conocimientos y
temple para enfrentarnos a cuerpos aplastados por coches y demás desgracias. En
cierta manera, posiblemente, más conocimientos que otros mortales, en todo
caso, ni los suficientes, impotentes, muy agobiados ante lo que nos vamos a
encontrar, nos acercamos al lugar del accidente
más por obligación moral que por práctica en dichos primeros auxilios.
En esos segundos entre parar la moto o seguir de largo al ver que ya hay otras
personas atendiendo al accidentado, mientras el instinto sin duda me alejaría
del lugar, la conciencia, la conciencia y no el instinto, la conciencia y responsabilidad
moral es lo que me acerca a ofrecer mis
escasos conocimientos y ayuda.
Pues
bien. Pienso en tus segundos. El instinto de supervivencia que llevamos dentro absolutamente
horrorizado con tu reacción. Tu conciencia decidida, tus valores en marcha; valentía,
generosidad, responsabilidad, Ignacio,
con tu acto temerario, nos has hecho a todos un poco más humanos, menos
miedosos, más generosos, responsables, más capaces de enfrentarnos a nuestro
destino. Tremendo para tu familia, imagino el dolor y el orgullo; desde aquí os envío este sentimiento unánime de
admiración, enorme ejemplo para todos.
Comillas
( desde el c.)
Comillas
( desde el c.)