Alemán.
Alto ejecutivo de una multinacional. Después del descanso veraniego, mi ingles
enfriado, mi paciencia en buena forma. Por su parte, brusco aunque más o menos
correcto, exigente y confundido hasta el punto de creerse que mi misión como
médico se extiende a dedicar mi tiempo en irle a buscar las pruebas que
ya se ha realizado y que no aporta pues no las ha ido a buscar. Un
desastre de visita.
Mal
comienzo de un otoño preocupante. De verdad, lo siento en el alma, pero esta
falta de entendimiento me devuelve al tema en el que estamos inmersos el
conjunto de la ciudadanía española y catalana, en especial, los que apostamos
por el individuo y no por los territorios, los que siendo de aquí también nos
sentimos de allá o de aquí puesto que aquí es allá aunque no exactamente.
Un lío anunciado.
Resumiendo,
se veía venir. Desde hace tiempo y tiempo, mucho tiempo, aunque no lo
quisiéramos ver, aunque mi padre hace casi cinco años nos lo advirtiera y
advirtiera sobre la imperiosa necesidad de posicionarse abiertamente y sin
complejos como él mismo hizo en su artículo publicado en la Vanguardia, Hacia
dónde vamos, «plantear una incompatibilidad entre España y Catalunya afecta
profundamente a muchos catalanes » resalta con su franqueza y naturalidad
acostumbrada sabiéndose en la recta final de su vida, las fuerzas al límite,
intacta mente y personalidad; honestidad y firmeza, un sentimiento más
allá de sus intereses personales como seña de identidad durante toda su vida.
Aún a tiempo; tender puentes, encontrar soluciones, tantos puntos de encuentro,
intereses compartidos, no dejarlo correr, no esconder la cabeza y pensar una
cosa y decir otra, el problema iba camino de estallar como se dejara a
unos y otros tirar de la cuerda en su propia dirección. Aún a tiempo, entonces,
ahora, negro, a punto de estallar.
Plenamente
vigente; carta o testimonio vital de un hombre que sabía dialogar, escuchar,
encontrar salidas, no pensaba en si mismo sino en la sociedad de su tiempo, el
bien común. Ahora sí, ahora preocupada, indignada con unos y otros pero,
en estos momentos, con los gobernantes catalanes que utilizan el derecho a
decidir como arma manipulada en su propio interés, que con su actitud
temeraria están tensando la cuerda de un modo intolerable, debilitando
instituciones y leyes por un proyecto tan respetable como de extrema
importancia para todos y necesitado de tener en cuenta a la población en su
conjunto. Un desastre, ahora si, padre, preocupada, tarde, ahora sí, sintiendo
a Barcelona parte de España; una gran ciudad producto del esfuerzo de unos y
otros; intereses compartidos, un disparate no sentarse a encontrar soluciones y
puentes en beneficio de todos. Ahora sí, el paciente, al fin,
se levanta de su asiento y parece entender que los pruebas realizadas no me
llegan a mi consulta por arte de magia sino que debe ir a buscarlas y en
cuanto las tenga en mano mi secretaría le encontrará un hueco entre visita y
visita para no demorar el ver los resultados. Al fin, nos entendemos.
https://www.pressreader.com/spain/la-vanguardia-1%C2%AA-edici%C3%B3n/20121108/281878705640926
https://www.pressreader.com/spain/la-vanguardia-1%C2%AA-edici%C3%B3n/20121108/281878705640926
ResponderEliminarAquí se puede leer