Lo único rescatable de la repelente frase soltada por la recién estrenada portavoz del recién estrenado gobierno es que la voy a utilizar como arranque para mi blog.
El inicio del inicio de la situación actual se remonta a hace unos 150.000 años. Se estima que un cerebro parecido al humano inició su andadura hace unos tres o cuatro millones de años, pero sólo desde hace 150.000 años existen nuestros cerebros humanos modernos; un corto periodo de tiempo teniendo en cuenta el origen de la Tierra hace unos 4.500.000 millones de años. Sorprende el poco interés general que despierta un tema de tanta magnitud como es el de la historia la humanidad. Incluso diría que existe cierta tendencia natural a ignorarlo. Por mi parte, confieso que hasta que lo repasé en profundidad cuando escribí “El cerebro al descubierto” desconocía los datos que acabo de comentar, o, en todo caso, no los había interiorizado. A partir de entonces, tomé plena conciencia de una verdad colosal: Todo lo que somos hoy se debe a lo que hicimos ayer. De generación en generación, heredamos de nuestros antepasados sus esfuerzos, creaciones, sueños, disparates. Y aquí estamos; bien atrapados entre políticos y mercados. En caída libre, o más propiamente, en caída empujada.
Entre los principales objetivos de este blog me he propuesto trasmitir una selección de información científica sobre el cerebro y sus funciones. Más allá de aportar datos volátiles a velocidad de internet, pretendo trasmitir conocimiento de interés general que cale o se interiorice realmente. Prometo amenidad intercalada. A cambio, sugiero un pequeño esfuerzo de memorización de lo esencial de cada artículo. 4.500.000. Tres o cuatro millones. 150.000. Años, no euros.
El inicio del inicio de la situación actual se remonta a hace unos 150.000 años. Se estima que un cerebro parecido al humano inició su andadura hace unos tres o cuatro millones de años, pero sólo desde hace 150.000 años existen nuestros cerebros humanos modernos; un corto periodo de tiempo teniendo en cuenta el origen de la Tierra hace unos 4.500.000 millones de años. Sorprende el poco interés general que despierta un tema de tanta magnitud como es el de la historia la humanidad. Incluso diría que existe cierta tendencia natural a ignorarlo. Por mi parte, confieso que hasta que lo repasé en profundidad cuando escribí “El cerebro al descubierto” desconocía los datos que acabo de comentar, o, en todo caso, no los había interiorizado. A partir de entonces, tomé plena conciencia de una verdad colosal: Todo lo que somos hoy se debe a lo que hicimos ayer. De generación en generación, heredamos de nuestros antepasados sus esfuerzos, creaciones, sueños, disparates. Y aquí estamos; bien atrapados entre políticos y mercados. En caída libre, o más propiamente, en caída empujada.
Entre los principales objetivos de este blog me he propuesto trasmitir una selección de información científica sobre el cerebro y sus funciones. Más allá de aportar datos volátiles a velocidad de internet, pretendo trasmitir conocimiento de interés general que cale o se interiorice realmente. Prometo amenidad intercalada. A cambio, sugiero un pequeño esfuerzo de memorización de lo esencial de cada artículo. 4.500.000. Tres o cuatro millones. 150.000. Años, no euros.