Fidelidades y traiciones, pistolas,
venganzas... qué me perdone mi masa cerebral bondadosa, pero acabo de
ver por enésima vez la primera parte de la serie el Padrino y me ha vuelto a entusiasmar. Un Marlon Brando majestuoso, paternal, líder nato
con un toque de piedad que le engrandece y debilita al mismo tiempo. Un jovencísimo
Al Pacino – enorme papel- que comienza la película en plan angelical y va
adquiriendo peso y determinación hasta recoger el testigo de su padre arrasando
implacable. La última escena negando la evidencia a su mujer –Diane Keaton-
y ésta aceptando su respuesta -entre
silencios y miradas- es colosal; a sus
pies, don Corleone.
Lo siento, amigos, la mujer en segundo plano,
disparos a bocajarro, chantajes, poder, dinero, mafias y venganzas… absolutamente
despreciable en la vida real; en buenas manos de ficción:
irresistible. Qué incongruencia, qué dualidad extraña y verdad. Ficción y realidad. ¿Doble moral? Pienso sobre
ello y no me atrevo a opinar, sino tan solo a dejar constancia de una evidencia;
los héroes de nuestras neuronas aún llevan pistolas. Erradicar la violencia es -y
sobre todo debería ser- el objetivo principal de nuestro planeta. Cuánta
maldad quedando impune. Cuánta injusticia. Nuestros cerebros supuestamente angelicales mientras disfrutan viendo en ficción lo que no debería ser; aplaudiéndolo sin vergüenza ni complejos. He escrito varias entradas sobre la maldad
¿Por qué será?
Siendo el día que es, con todos mis respetos,
se me ocurre una apreciación en clave catalana. ¿Somos lo
que no somos y no somos lo que somos? O ¿somos lo que somos, pero con restos de
lo que fuimos y todavía somos pero vamos camino de no serlo? Enrevesado en exceso,
en todo caso, ante un
cerebro evidentemente inmaduro en su evolución, la manipulación está servida. Ojo
al dato. Qué el espíritu crítico de nuestras neuronas nos mantenga libres y
conscientes de lo que pensamos y dejamos de pensar. Buena organización, eso si, una flecha unidireccional, pero en fin, en todo caso, deseando votar cuanto antes la votación de lo que somos o no somos o somos pero no nos dejan ser. Pensando tanto, esto de ser en conjunto... quizá ni siquiera es.
Foto: El Padrino