A propósito de un mail a modo de carta escrito por una prima y dirigido a
varias primas; desde Brasil; planes y contrastes, emociones,
sensaciones, extrañezas, sentimientos... no resisto la tentación y abro mi blog; entradas más distanciadas para centrarme en otros escritos - eso pretendía y continuo pretendiendo- sin embargo, surgen, pájaros, luces y sombras, un cierto enganche a esta manera de relacionarme conmigo misma y
el mundo que me rodea; actividad virtual, sincera, distante y cercana, extraña, adictiva,
por lo visto.
Bonita
carta, querida prima, me inspira una reflexión. En la era de los mails escuetos, divertidos o informativos, imágenes y eventos que eliminas tras apenas ojearlos, las cartas o mails a modo de cartas nos llegan como del mar, soprendentes, brillantes. Mientras la invasión por correo electrónico de mensajes telegráficos comienza a hartarnos -cómo demonios reconducirlos- el lenguaje fluido, sincero de una carta
escrita desde la distancia… nada más auténtico, cercano, real. Quizás o no tan
quizás, la hora de volver a las cartas, sea ya o ya no será.
Nuestro cerebro se adapta, animal de costumbres, las adquiere y las pierde… costumbres, habilidades… de seguir así, en riego, ese don - no del cielo sino del esfuerzo, generación tras generación, cartas y más cartas- llamado escritura como confesión, reflexión, pequeños detalles, debilidades y placeres, sentimientos, la emoción de un viaje, excursión, reflexión y pensamiento o ese hablar con uno mismo expresado en una carta… simples cartas que las nuevas tecnologías comprimen en mensajillos; agudos, simpáticos, entrañables, incluso inteligentes, pero nuestro cerebro es comunicación y es lenguaje; leguaje fluido, sobretodo la fluidez es señal de buen rendimiento cerebral, sus funciones superiores están en forma, señora, mientras usted se expresa con esa facilidad de palabra puede estar tranquila; su cerebro está trabajando, aprobando con nota la asignatura del recuerdo, el hilo de la conversación, palabras, historias, evocar sensaciones… el lenguaje oral y escrito… reducirlo a dos líneas en la red… en todo caso, bravo, prima, via mail, bonita carta.
Nuestro cerebro se adapta, animal de costumbres, las adquiere y las pierde… costumbres, habilidades… de seguir así, en riego, ese don - no del cielo sino del esfuerzo, generación tras generación, cartas y más cartas- llamado escritura como confesión, reflexión, pequeños detalles, debilidades y placeres, sentimientos, la emoción de un viaje, excursión, reflexión y pensamiento o ese hablar con uno mismo expresado en una carta… simples cartas que las nuevas tecnologías comprimen en mensajillos; agudos, simpáticos, entrañables, incluso inteligentes, pero nuestro cerebro es comunicación y es lenguaje; leguaje fluido, sobretodo la fluidez es señal de buen rendimiento cerebral, sus funciones superiores están en forma, señora, mientras usted se expresa con esa facilidad de palabra puede estar tranquila; su cerebro está trabajando, aprobando con nota la asignatura del recuerdo, el hilo de la conversación, palabras, historias, evocar sensaciones… el lenguaje oral y escrito… reducirlo a dos líneas en la red… en todo caso, bravo, prima, via mail, bonita carta.