Her es una película francamente interesante. Quizá porque mi portátil me acompaña a casi todas partes, quizá porque
en ocasiones siento la necesidad de desconectar y dejarlo en casa. Mis
escritos, fotos, cartas… entre sus chips. Si alguien dispone de la información
necesaria para conocerte, seducirte, ese
es tu ordenador o, más propiamente, sistema operativo como lo llaman en la película. Toma ya. La
historia que viene. A la vuelta de la esquina. Una relación de amor con tu
ordenador.
No
cuento el final, pero el final es tan lógico como sorprendente. Genial. Un
apunte que no puedo contener. “el amor no es una caja cerrada, al menos no lo
es para este brillante sistema operativo que intuye, aprende, lee y
corrige en un milisegundo tus libros, sabe en el acto cuantos arboles hay en el
bosque, que música o frase necesitas oír, sentir, vivir. ¿La vida que viene? Tecnología
imparable, jóvenes enviándose mensaje tras mensaje, yo misma mandando recados via mail a
mi secretaria a dos pasos de distancia. Magnifico el actor
principal, especial, aunque no especialmente
raro; humano, humano del siglo XXI.