Nostalgia
por el proyecto en común que no puedo ser… perplejidad ante lo que te sucedió… alegría al verte
recuperado… todo ello siento mientras releo el recién publicado artículo sobre tú caso clínico en el
suplemento de la Vanguardia “Neurólogos contra exorcistas”, De pesadilla. Uno entre un millón. Y, te tocó
a ti, querido colega.
Atento,
meticuloso, un diez como persona y médico. Te acababas de incorporar a mí
equipo; los dos de la misma promoción, cada uno aportando lo nuestro; Centro de
Especialidades Neurológicas; una realidad en marcha. Pasado unos meses, de un
día para otro; raro, huidizo, despistado. Y, de repente, el delirio.
Pruebas
y más pruebas. Los cuadros agudos de trastorno de conducta en una persona entrada la cuarentena sin antecedentes de enfermedad mental apuntan hacia una causa orgánica. Desde
tumores en las áreas frontales y temporales a infecciones o encefalitis… un
estudio exhaustivo que resultó
completamente normal. Y, mientras tanto, indispensable el tratamiento de tu
cuadro de agitación, alucinaciones, alteración de la realidad; medicaciones
para un supuesto brote psicótico. Fármacos que en las últimas décadas han
mejorado en cuanto a tolerancia, pero
que aún suelen provocar bastantes
efectos secundarios a las dosis habituales para controlar el descontrol de una
mente en pleno brote psicótico; un cuadro clínico de pesadilla. Esquizofrenia
atípica: conclusión diagnóstica de tu cuadro clínico ante la normalidad de
todas las pruebas realizadas.
Menos mal, pasaron
los meses, y, poco a poco, te fuiste recuperando; el pronóstico incierto, entre
sombras… alguna esperanza: los brotes psicóticos tardíos pueden no repetirse,
cierto consuelo superpuesto al miedo a no volver a ser el que eras. La espada
de un nuevo brote acechando tus días y futuro.
Y,
después del calvario, te reincorporaste a tu plaza de hospital. No así a nuestro proyecto; lógica precaución para evitar un exceso de trabajo. Pasado
un tiempo, mientras asistías a una conferencia, un flash. La enfermedad que se estaba exponiendo, esa nueva enfermedad recién descubierta por el eminente colega
de especialidad afincado en Estados Unidos el cual había venido a Barcelona para divulgarla. !Esa enfermedad era la causante de lo que te había ocurrido! Enfermedad autoinmune que crea un
anticuerpo contra unos receptores del cerebro llamados NMDA provocando una ENCEFALITIS
causante de la clínica manifestada como un
brote psicótico.
Una
punción lumbar es una prueba algo agresiva y te encontrabas ya recuperado, así que todo quedó en sospecha hasta que, meses
después, tras un amago de un nuevo brote, en el estudio de tu líquido cefalorraquídeo
se detectó ese recién descubierto anticuerpo. Diagnóstico confirmado. Encefalitis autoinmune. Y, en esta ocasión, el tratamiento fue al
grano: una medicación especifica contra dicho anticuerpo que ataca a determinados receptores del cerebro. Un
anticuerpo a descartar ante cualquier primer brote psicótico. No dejamos de aprender. Cuantos misterios por descubrir. "Neurólogos
contra exorcistas"; buen artículo divulgativo, no se si me gusta el título, en todo
caso, cualquier brote psicótico -de causa aclarada o no- debe mantenerse al margen de cuentos o misterios más allá de no saber más de lo
que en la actualidad sabemos. Eso si, cada vez sabemos más, gran aportación, querido colega, un fuerte abrazo.
El grito. Edvard Munch