Regreso
a la medicina que es lo mío. El problema o la virtud de esta ciencia por y para
la salud es que está en
todas partes. Desde la cocina al salón, terremotos y masacres;
la humanidad. Paseas por un bosque y la necesidad de sortear un tronco te recuerda que tu rodilla no está para grandes
alardes juveniles. Abres un periódico; tragedias, alegrías colectivas como excepción, lo individual
queda en anécdota, artículo de reflexión sobre el tiempo, amor, la escritura;
vida y lenguaje. Todo es cuerpo y cerebro.
Deseando
que pasen cuanto antes unas cuantas semanas de yeso y paciencia, donde más serena y concentrada me siento es escuchando y explorando
problemas de las personas que vienen a visitarse; reflejos, balance muscular, equilibrio coordinación, memoria… Si
además el paciente sale aliviado de mi consulta, mucho mejor.
El
caso es bastante habitual. Aún joven, resonancia en mano. Lleva un par de días
temblando desde que recogió la prueba y se le ocurrió leer el informe: múltiples lesiones de
sustancia blanca en ambos hemisferios cerebrales. Probable etiología isquémica o
desmielinizante. Qué horror. Si sólo consultaba por una cefalea que ya ha
cedido. Imposible contenerse, internet le remató: lesiones de sustancia blanca:
la esclerosis múltiple por todas partes.
Entra
y apenas me saluda, se sienta, cara de drama, intuyo la
confusión. Mientras leo el informe y voy cargando el disco con las imágenes en
cuestión, inicio mi no siempre sencilla labor de neuróloga experimentada. “Tranquilo, el radiólogo sólo informa la prueba. Al neurólogo le corresponde analizar las imágenes
descritas, relacionarlas con la clínica y determinar su importancia. Es muy habitual
que en esta zona del cerebro llamada sustancia blanca se visualicen pequeñas imágenes
de escaso o nulo valor patológico. Son hallazgos radiológicos muy poco
significativos. Pero enseguida las veo y
lo confirmo”.
El
disco tarda en cargarse; más de quinientos cortes del cerebro desde distintas
posiciones. A veces se resiste. La tecnología falla cuando más la necesitas. Un par de minutos de impás, silencio inquietante. Al fin se abre. “Efectivamente, lo que me
imaginaba: lesiones puntiformes, pequeños puntos blancos. En el informe detallan que son múltiples, pero tampoco son tantos. Escasos, diría yo. En su
cerebro no hay ninguna lesión preocupante, se descarta un tumor como causa de la
cefalea de reciente aparición. Así pues, por exclusión, el dolor de cabeza por
el que consulta es tensional, ninguna importancia. Estás mínimas lesiones de
sustancia blanca se ven a menudo, no
queda clara su etiología, pero, en su caso, no debe preocuparse en absoluto”
La resonancia visualiza el cerebro con una precisión asombrosa; nuestra historia cerebral en imagenes Si el paciente es joven, dichas lesiones, efectivamente se relacionan con la esclerosis múltiple, pero, para ello, deben verse no sólo pequeños puntos blancos sino áreas claras y características que sugieran dicha enfermedad. Una enfermedad que, por otra parte, no cursa con cefalea. A según qué edad, se suelen relacionar con una posible patología vascular isquemica de pequeño vaso y se debe completar el estudio. En determinados casos, por prevención, se opta por pautar una aspirina de 100 mg al día por su efecto antiagregante plaquetario que previene la posibilidad de trombosis. Pero no es el caso de este paciente. Sus pequeñas lesiones de sustancia blanca entran dentro de lo que llamamos hallazgo radiológico sin relevancia patológica.
La resonancia visualiza el cerebro con una precisión asombrosa; nuestra historia cerebral en imagenes Si el paciente es joven, dichas lesiones, efectivamente se relacionan con la esclerosis múltiple, pero, para ello, deben verse no sólo pequeños puntos blancos sino áreas claras y características que sugieran dicha enfermedad. Una enfermedad que, por otra parte, no cursa con cefalea. A según qué edad, se suelen relacionar con una posible patología vascular isquemica de pequeño vaso y se debe completar el estudio. En determinados casos, por prevención, se opta por pautar una aspirina de 100 mg al día por su efecto antiagregante plaquetario que previene la posibilidad de trombosis. Pero no es el caso de este paciente. Sus pequeñas lesiones de sustancia blanca entran dentro de lo que llamamos hallazgo radiológico sin relevancia patológica.
He conseguido
tranquilizarle, creo. No siempre lo consigo. Actitud, pregunta tras pregunta, intuyo que consultará a otro neurólogo. Ningún problema,
al contrario. O, tal vez, un problema para el propio paciente de caer en manos de un especialista recién licenciado. En
neurología, como en la vida, la experiencia es un valor. Se aprende andando,
como en democracia; la nuestra, aún joven, visto lo visto y visto lo que nos queda por
ver.
Foto entrada F.
A. Nuñez
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