Ni mental, ni físico; vital: Así definiría el cansancio que acumulo desde hace unos meses. Como ya comenté en otra entrada, no se trata de una depresión. Un psiquiatra lo confirmaría, pero no es mi intención confirmar mi opinión sino explicarla para tratar de aclararme y de paso sumergirme en el tema de la depresión y como superarla, pues, aunque los neurólogos no somos especialistas en trastornos del estado de ánimo, nuestro día a día está repleto de pacientes que asocian cuadros depresivos a sus síntomas o patologías neurológicas. A ver si me aclaro. Cómo si me encontrara sosteniendo mi propio tejado sabiendo que, más pronto que tarde, el tejado caerá; pero, mientras cae, que al menos caiga de la manera menos traumática posible. Traducido al campo de la medicina: calidad de vida. En esa estamos. Sin tiempos ni dudas.
Por cierto, entre tejados y vidas, el otro día escuché lo que me pareció un buen
consejo para afrontar la
escandalosa crisis que nos está tocando vivir. El conocido
actor Argentino, sin entusiasmo alguno por adentrarse en tan angustiosa y
preocupante situación para muchos, no pudo escaparse del tema ante la insistencia
de la entrevistadora. "Pensar que las cosas podrían ser peores"; de sus
inteligentes comentarios, me quedé con esta frase: pensar que las cosas podrían ser peores… puede ayudar…
buen consejo… buen consejo para el
optimista, porque para el pesimista… ante semejante consejo, más bien
me lo imagino hundiéndose todavía más
ante la posibilidad de hundirse todavía más. Realmente, no son tiempos para pesimistas.
Ansiedad, angustia, irritabilidad,
insomnio, apatia, ganas de llorar… verlo todo negro… aspectos del estado de ánimo característicos de una
depresión. Hablar de depresión es hablar de
tratamientos antidepresivos de enorme utilidad práctica, pues, bajo control
médico, si se toleran bien, lo habitual es que, en unos días, la ansiedad empiece a disminuir. Poco a poco, lo que era negro, se torna gris, menos opaco,
menos peso, menos preocupante. Depresiones exógenas debidas a mil problemas o
depresiones endógenas sin causa desencadenante. Mucho ojo especialmente en estos casos. El mundo de la depresión: no por frecuente, menos necesitado
de una valoración clínica especializada.
Foto: Jordi Esteva