Hoy toca ejercer de médico. Cefaleas, mareos, pérdidas de memoria, trastornos de la marcha… la lista de problemas a diagnosticar y tratar por el neurólogo es muy extensa. Por su elevada prevalencia, la cefalea o dolor de cabeza merece un puesto preferente. Aparentemente sin importancia; un martirio demasiado frecuente. Mostrar lo que no se debe hacer, en ocasiones, es la clave para mejorar la calidad de vida de muchas personas afectas de migrañas. A continuación, un caso típico para captar la importancia del tema.
Mujer
de unos 40 años. Desde que recuerda presenta cefaleas. Al principio eran más o menos esporádicas, pero,
desde hace años han pasado a ser prácticamente diarias. Se suele despertar con dolor y lo primero que hace es tomarse un analgésico; a veces uno, a veces otro, apenas nota mejoría pero, los continúa tomando, por constumbre, por miedo, al menos que no
aumente el dolor. Hay días que no puede
ni levantarse; sin luz, sin ruidos, tumbada en la cama, así es como mejor está, imposible quedarse en casa, ni su familia la entiende, imagínense en el trabajo... un martirio con el que lleva conviviendo desde
hace años.
El
caso es de manual. La paciente sufre de migrañas desde su juventud. Una cefalea
de origen vascular sobre la que ya se conocen muchos aspectos fisiopatológicos,
entre otros, los mecanismos implicados en la
dilatación vascular cerebral causante de la cefalea. Y, gracias a dichos avances, desde hace años, se disponen de fármacos específicos para
abortar la fase aguda del cuadro; son los llamados triptanes con efecto vasoactivo muy selectivo y eficaz. El problema
surge cuando la migraña se repite varias veces al mes. Ni analgésicos habituales,
ni triptanes; cualquier medicación que
se tome con frecuencia para calmar el dolor de cabeza provoca lo que se llama rebote. Un
hábito o dependencia al calmante. El cuerpo te lo pide. ¿Y cómo te lo pide?
Pues con dolor. En resumen, la cefalea pasa a ser diaria debido al abuso de analgésicos.
La deshabituación mediante el tratamiento
adecuado junto con una medicación específica para prevenir la aparición de
migrañas suele resultar milagrosa; toda una vida soportando el dolor de
cabeza y resulta que en un par de semanas el dolor desaparece, las
migrañas pasan a ser esporádicas. Una consulta realmente agradecida para el neurólogo, pero, sobretodo, para el paciente.
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