Me
llama un amigo y me pregunta mi opinión sobre el
resultado de las elecciones.
Inmersa en la intensidad de mis cosas, el tema
me distrae y aburre al mismo tiempo (curioso). Respondo: tan sorprendentes como lógicas
(curioso). Lo que creo o no creo, lo que
siento o no siento, buen tema para reflexionar, trato de
escaparme de las elecciones, mi amigo insiste. Plurales, no es tiempo de
aventuras colectivas sino individuales, comento, de fondo la intensidad de mis cosas.
Sentirse
de un lugar. Barcelona es mi casa, el verde del cantábrico mi tierra, si se
empeñan en que me moje. Así como el tema de las emociones está bien estudiado y
definido por las neurociencias, los sentimientos quedan mucho más en el aire
hasta el punto de que la mayoría de autores
los incluyen dentro de las emociones cuando en realidad deberíamos ser
capaces de diferenciarlos si queremos ahondar en este campo tan apasionante.
Muy claro lo expresa el eminente neurocientífico Antonio R. Damasio en El
error de Descartes –ejemplar libro divulgativo- “ Aunque algunos
sentimientos están relacionados con las emociones, muchos no lo están: toda
emoción genera un sentimiento si uno está despierto y alerta, pero no todos los
sentimientos se originan en las emociones” La palabra emoción: del latín moverse,
moverse hacia fuera, comunicar necesidades y estados internos, mientras la
percepción, o experimentación de todos estos cambios que constituyen la
respuesta emocional, corresponde más propiamente a lo que llamamos sentimiento.
Limitado y algo enrevesado de entender, lo siento, así está el tema.
Emociones básicas: ira, miedo, alegría tristeza. Y emociones secundarias
producto de su combinación y matices en
cuanto intensidad. De una apenas perceptible melancolía al llanto desesperado:
tristeza. De una preocupación lógica a la ansiedad descontrolada: miedo. Emociones
resultantes de comportamientos repetidos de generación en generación. ¿Y los
sentimientos? Sentirse de un lugar. ¿Es
un sentimiento de los relacionados u originados en las emociones ¿ Es una
emoción heredada? ¿O pertenece a ese grupo de sentimientos que no se originan en las emociones? Me pregunto y dudo la respuesta. En mi caso, poca emoción, muy poca... ahora que pienso... el gol de Iniesta, menuda
emoción, pantalla gigante en el Empurdà... otro gol de Iniesta, otros colores, fuera del área, último suspiro, el bueno de Iniesta, vaya fenomeno despierta emociones.