De
este año asfixiante me quedo con Facebook. Quizá sea un poco exagerado, en todo caso, no
es un decir oportunista. Además de servirme de lanzadera universal de mi blog, ha sido un
placer descubrir la mente brillante e ingeniosa de mi sobrino M., reencontrar amistades
desde Texas a Australia, disfrutar de la acertadísima selección de frases
de D.M al que no tengo el gusto de conocer, adjuntar a mi archivo de imágenes fotos magnificas introducidas por unos y por
otros, descubrir música, contribuir a difundir proyectos de amigos... Y, de momento, ningún
disgusto. Algún contacto con el que no sintonizas se elimina con la facilidad de apretar una tecla y santas
pascuas. Qué diferencia con la vida real
donde cuando alguna relación te desengaña ya las sueles tener metida en tu vida hasta en la sopa.
La
vida real. Reflexionar sobre la realidad nos conduce de inmediato a darnos cuenta de su subjetividad. “La edad
no tiene remedio, la realidad sí”,
escribo en mi último libro recién publicado La pierna olvidada. Captamos el mundo exterior a través de los
sentidos, pero… ¿qué mundo captamos? ¿El mundo que vemos es el mundo que existe? ¿Conocemos
la realidad o solo pensamos en ella? se pregunta la ciencia. Tengamos presente el siguiente ejemplo: si tuviéramos los
receptores visuales de las abejas veríamos las radiaciones ultravioletas, dado
que el ojo humano tiene sus limitaciones como órgano receptor, nos perdemos la visión de dichos rayos. Y lo mismo ocurre con el resto de sentidos. Por otra parte, nuestro cerebro procesa la
información que recibe a través de estos receptores de una determinada manera. Un
procesamiento neuronal que si fuera diferente percibiriamos otro mundo, otra realidad. Así pues, receptores y procesadores
cerebrales. Limitados. Extraordinarios. Los
cinco sentidos. Cinco joyas a potenciar puesto que dichos procesadores
cerebrales están abiertos a la imaginación, a la
creatividad, a un mundo propio potencialmente mucho más rico que el recibido del exterior. La realidad está en nuestro interior; buena apreciación.
Resumiendo; nada más incierto que la realidad que vemos, nada más capaz de interiorizarse, desarrollarse, crecer, hacerse propia y de todos, y en ese aspecto, bienvenidas sean las redes sociales, altenativas que amplien horizontes a nuestra propia realidad no sobran y menos en estos tiempos cargados de realidades indignantes, vergonzosas... de carne y hueso, sangrantes, a combatir desde dentro y desde fuera, desde donde sea.
Resumiendo; nada más incierto que la realidad que vemos, nada más capaz de interiorizarse, desarrollarse, crecer, hacerse propia y de todos, y en ese aspecto, bienvenidas sean las redes sociales, altenativas que amplien horizontes a nuestra propia realidad no sobran y menos en estos tiempos cargados de realidades indignantes, vergonzosas... de carne y hueso, sangrantes, a combatir desde dentro y desde fuera, desde donde sea.