Increíble,
intolerable, nauseoso. Amnistía internacional está en ello. Menos mal que
existen estas organizaciones. El lugar en cuestión: las Maldivas; paraíso para recién casados del mundo occidental. Mientras estos se tuestan, bañan, besan, un
juzgado local condena a una niña de 15
años -violada reiteradamente por su padre- a arresto y 100 latigazos por haber mantenido
relaciones pre-matrimoniales. Cielos y truenos, sapos y tacos, por Dios, no es
posible algo así. Pues sí, caso tras caso, por distintas partes del planeta, hasta cuándo.
Esperemos que la globalización termine cuanto antes con semejantes aberraciones.
Mientras
tanto, nuestra mente -preocupada por su ombligo, sus crisis, su bolsillo- lee estas
noticias, se indigna unos segundos y pasa página con una habilidad pasmosa. A pesar del impacto inicial de la noticia. A
pesar de que nuestra memoria en principio olvida con mucha más facilidad los
aspectos intrascendentes que los que nos impresionan o interesan especialmente.
Buen tema para reflexionar. Es como si nuestro cerebro tuviera una capacidad espacial para olvidar lo
que le interesa olvidar. "Esta noticia me interesa mucho, pero no me interesa
recordarla en absoluto así que la aparto; más que olvidarla, la relego a un
olvido intencionado".Y todo ello sin practicamente enterarnos. ¡Qué inteligente es nuestro cerebro! ¡Qué
interesado! Egoísta, supervivencia obliga; cómo no.
Hablando
de la memoria, voy a ejercitarla. Releo la noticia. Si, Maldivas. Maldivas no Malvinas. Maldivas con
D de denuncia. Pais insular del océano Índico al sur de la India. En total 2000 islas agrupadas en 26 atolones, 203 habitadas. El Tsunami de 2004 arrasó parte de ellas. Maldivas con D de destrucción.
Al parecer, según nos cuentan en esta noticia
publicaba hace pocos días en la Vanguardía, la niña no recibirá los 100 latigazos
hasta que cumpla 18 años a no ser que quiera recibirlos antes. Al parecer, las
autoridades gubernamentales han prometido cambiar esta ley absolutamente
intolerable. A que esperan, bravo por Amnistía Internacional, sin descanso. Por mi parte prometo sumergirme en sus mares coralinos en cuanto derogen semejante atrocidad. Hasta entonces, Maldivas con D de descartado.
Foto entrada en F.