Un
paciente encantador. A pesar de haber perdido expresión facial por la enfermedad de Párkinson... en los ojos, actitud... brillo, un aura especial; serenidad,
madurez, sabiduría, sabiduría más allá de que en los últimos meses a su cuadro clínico
de lentitud motora se le haya añadido cierto deterioro cognitivo centrado en problemas de de memoria y funciones frontales o ejecutivas. Paciente y familia encantadora. Un placer ayudarles con toda la batería de consejos y
medicaciones disponibles para aminorar los síntomas de esta enfermedad degenerativa de evolución muy variable pero progresiva e irreversible.
Párkinson
y deterioro cognitivo. Explorados a fondo, la gran mayoría de pacientes con esta enfermedad presentan fallos cognitivos. Si bien, una demencia franca no suele
ser lo habitual. Confiemos en que mi paciente se mantenga más o menos estacionado
en su discreto deterioro cognitivo. Camina lento, pero camina sin ayuda: esperemos
se mantenga así... menos, mucho menos probable… posible, ojalá. De
momento, su calidad de vida es relativamente aceptable,
su personalidad intacta. Ojalá sus nietos tengan el privilegio de aprendar y disfrutar de la categoría humana de su abuelo; años,
muchos años… nuestra lucha.
Pues
bien, gran disgusto. Completamente inesperado. Desde
la última revisión, su musculatura evidencia una atrofia alarmante. Le exploro
y encuentro lo que busco y no deseo encontrar: fasciculaciones o saltitos
musculares casi inapreciables en sus cuatro extremidades. El EMG confirma el
diagnóstico: Enfermedad de la neurona motora llamada ELA o Esclerosis lateral amiotrófica. Tres enfermedades
degenerativas en el mismo paciente. Raro, rarísimo, pero, por desgracia, descrito; ni el primero, ni el último caso.
Y la
ELA es de los diagnósticos más amargos
que realiza un neurólogo; impotente, informarle, frente a frente. Hasta la
actualidad, no se dispone de tratamiento ni siquiera para frenar su implacable
curso evolutivo. A pesar de ello, las unidades especializadas - dentro de los
servicios de neurología de la sanidad pública- resultan de un apoyo inestimable. Abren puertas de esperanza,
ensayos clínicos, en las mejores manos, ayuda multidisciplinaria
ante las dificultades motoras que inevitablemente irán surgiendo.
Dejo
para otra entrada adentrarme en una reflexión fruto de mi experiencia sobre la medicina pública y la medicina privada; excelencias y carencias, problemas, como se complementan y se deberían complementar mucho más para conseguir la
mejor atención sanitaria para todos.
Otro día. Hoy me centro en facilitar los trámites a mi paciente para que inicie
cuanto antes el seguimiento en una de estas unidades de referencia. Y, por mi parte, lo que quiera, a su disposición, cualquier
prueba, visita, aún camina por su propio pie, sereno, agradecido por mi apoyo. Me despido agradecida.
Foto entrada F. A. N.
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