Sobró
lluvia, faltó sol, la
lavanda aún sin flor. Fantásticas las viñas, las
ostras, la compañía, el jaguar, algunos vinos y pueblos deliciosos. Estupendo viaje. !Cómo cunden cinco días en ruta sin más fastidio
que cumplir los horarios de los restaurantes franceses! Vivir el momento lo eterniza, te refresca.
¿Cómo
os imagináis el futuro? Pregunta al
viento, como tantas otras, relajados mientras cenamos; obsesionados con el trabajo
y el otro día leí un interesante artículo que lo ponía en tela de juicio como concepto incuestionable. Van saltando temas, puntos de vista, opiniones; de la natalidad a la alimentación, la salud; puestos a imaginar, imagino un hospital donde se entre por un
tubo a modo de cinta corredera y se salga con el diagnóstico
y tratamiento oportuno.
El
futuro de la medicina. Tantos filos por pulir; de la longevidad excesiva donde
se sobrevive en condiciones demasiado extremas sin que encontremos respuestas a
cómo intervenir con acierto, a la genética
capaz de clonar seres humanos; padres que
regresan al mundo a modo de bebes nacidos de uno de sus pelos, ciencia
cada vez menos ficción, avances que bien encaminados pueden ser de enorme
utilidad para la humanidad… o no, mejor regresar a las cavernas, como sugerí en
una reciente entrada. Sin embargo, a nivel colectivo, sólo soy capaz de visualizar
naves industriales llenas de personas centenarias a cargo de máquinas tipo robots, jóvenes a la suya más que amables hijos dedicados a sus padres. Así
pues, más que imaginar,
prefiero planear viajes donde
desconectar. Por cierto, de regreso, el campo del Empurdà estaba esplendoroso; bañarme en el mar, sol y paseos, deseando comience el buen tiempo, aunque, antes, renovadas las pilas, me espera una semana donde
resolver problemas médicos con la historia clínica como principal arma
diagnóstica. Y es que, por muchos
avances que podamos llegar a imaginar, las bases sentadas por Hipócrates - el gran
médico de la antigua Grecia, el gran Hipócrates
de Cos, 460a. C.- son y seguirán siendo
indispensables tanto para el diagnóstico como para el tratamiento. Hasta otro
día, amigos, ahora toca colgarme al teléfono, la Provenza da para muchos
elogios.
Jaguar R.C
La Provenza Mayo 2013