sábado, 29 de noviembre de 2014

Información o no información


De  la gran lista patriótica a Podemos, pasando por deshaucios a ancianas sin un euro, corrupciones a destajo, pederastas con sotana, gobiernos sin credibilidad…  los sábados por la mañana estoy a punto de pasar de periódicos y dedicarme a mis tostadas, mi café con leche, mis historias. No obstante, desayunar con el País es un hábito al que no me puedo resistir y lo cierto es que he adquirido una habilidad especial para saltar paginas, encontrar un artículo que me inspire como el de hoy. “Volver al pasado”,  de J.L.Torreblanca. Sobre Podemos, cómo no.  Su tan esperado  programa económico  a la palestra:  de Latinoamérica al Ártico,  según  el análisis del articulista ante las nuevas propuestas de sus expertos consultados para llevar a cabo su discurso de base.  Ya veremos. La credibilidad -o esa indispensable condición para sentirnos tranquilos- hace tiempo saltó por los aires  y harán falta años, nuevas reglas, nuevos de todo para regresar al sendero de lo colectivo con ilusión. Ya veremos.

Y mientras tanto, nos queda la palabra, como canta Paco Ibañez. Y  nos quedan nuestras aventuras individuales, nuestras convicciones, proyectos, salud… es curioso pero, últimamente, mientras visito y resuelvo -en la medida de lo posible- los problemas médicos que me consultan: una cefalea crónica diaria, una crisis epiléptica que ha convulsionado la vida del paciente y de toda su familia… tranquilizo, informo, explico, pauto medicaciones que evitarán nuevas crisis, nuevos sustos, mejorarán ese dolor de cabeza, evitarán caídas, ese caminar inestable, ese temblor invalidante… mientas me encuentro trabajando, siento que nada de lo que está ocurriendo en clave político es realmente real, sino más bien  un enrevesado  juego donde al final el asunto  deberá concluir con algo elemental;  corregir leyes para evitan la vergonzosa corrupción de hoy y de siempre, encajar piezas… “la globalización no tiene marcha atrás –  buen artículo; breve, directo-  la socialdemocracia escandinava es la que ha entendido más rápida y eficientemente que para redistribuir hay que ser más productivo, flexible, competitivo y abrirse más a la globalización. Estos son los parámetros desde los que pensar sobre el futuro. Y las soluciones no son fáciles”.  Nada resulta facil, desde luego, pero,  al menos, en medicina, los prospectos no engañan, al contrario, asustan en exceso. Buen fin de semana, sin periódicos o con periódicos, información o no información; ustedes mismos.
                                               

sábado, 8 de noviembre de 2014

Hacia la alegria


“Hay que atravesar la noche una y otra vez. Se debe superar muchas noches para tener derecho a un poco de luz” reflexiona el poeta y dramaturgo Olivier Py en una entrevista en el País a propósito del  estreno en Madrid de su obra  Hacia la alegría que gira en torno a un monólogo por la crisis espiritual de su autor. “He vivido periodos de confusión, pero nunca de extravío. A decir verdad nunca me he sentido perdido”. Comparto. He vivido periodos de duda, preocupación,  incertidumbre más que oscuridad, saltos y sobresaltos, pero, perderme, caer en un caos existencial medianamente profundo, verdadero...  pues, ahora que ahondo en el tema, incluso me recrimino a mi misma cierta falta de valentía para, al menos, por una vez,  atravesar la noche.  

Y, hablando -como no- de crisis, sueño con que aparezcan políticos honestos y cojan las riendas sin demagogias, temo a espabilados, oportunistas, populistas,  burócratas, leyes y más leyes, impuestos y más impuestos, fraudes que cambian de careta, buenos de pacotilla,  salvadores y mesías, nuevas patrias y lo que vendrá. Venga ya.  Meridiano. Seriedad e inteligencia.  Distintas opciones y visiones desde la honestidad y solidaridad, pasión por lo colectivo. Utopía o  simple objetivo al alcance de una sociedad con cerebro y con recursos.

Recientemente, mientras escuchaba  una entrevista de Jordi  Évole  al presidente de un país nórdico, vi una luz. Y me pareció  la  única luz posible en este bosque de humanos  a reorganizar. Las visas. Hasta sus  tarjetas de crédito  están al descubierto. Cada gasto, cada pago. Y, de fondo, la conciencia de una sociedad que trabaja sin sobres.  Una nube, solo vislumbro un buen nubarrón  en esta justa y honesta sociedad a imitar; mientras los impuestos suban y los sueldos bajen; que alguien me explique cómo sobrevive un padre o madre de familia carpintero o leñador, médico o empresario. Hoy llueve, mañana lloviznara,  pasado mañana  a  despejar nubes. Utopia o ilusión. 

Exposicion: Inside
Palais de Tokio