domingo, 1 de julio de 2012

El mundo a través de Hopper

Hopper. Qué gran exposición para mi mente deseosa de  absorber universos artísticos con los que  sintoniza especialmente bien.   El auricular del museo Thyssen te ayuda a adentrarte en  la complejidad de un   mundo sencillo sólo en apariencia; imágenes extraordinarias  de situaciones ordinarias; la habitación de un hotel, una oficina, personajes solitarios,  de paso,  los grandes ventanales sin cortinas propios de las viviendas norteamericanas, la luz del exterior entrando en el interior, el arte de plasmar lo esencial minimizando  en detalles; inquietud y serenidad, misterio y claridad. Qué gran ejercicio de percepción.

De todas las funciones mentales superiores, la percepción o capacidad para captar el mundo exterior a través de los sentidos  quizá sea la más enigmática y sofisticada; función superior en mayúsculas  tanto por  su enorme potencial a la hora de desarrollarse  como por las dificultades  o el reto  que esa amplitud de límites  comporta.   Sentir el mundo, reinventarlo. El mundo es mi representación, decía Schopenhauer mucho antes de que las neurociencias hubieran desvelado gran parte de los mecanismos implicados en la codificación cerebral de las señales recibidas del exterior. Y, efectivamente, así es  el mundo que nos rodea; limitado por nuestros receptores sensoriales, único e infinito a la hora de procesarse en la corteza cerebral.

Entrenar los sentidos. Aprender a mirar. Tan sencillo en apariencia, tan difícil.  Otro día nos sumergiremos  en el milagro de  como la retina capta punto por punto el campo visual que tiene enfrente, como  lo convierte en actividad neural  y lo envía al interior del cerebro. Descubriremos  cómo las imágenes se van reconstruyendo a medida que llegan a determinadas áreas especializadas de la corteza cerebral.  De la luz a la  imagen. Primero disección; punto por punto. Luego reconstrucción. Por hoy, os dejo  con  un cuadro de la exposición que me impactó en especial. De cara al sol, sin mirar. La luz del exterior; clara, natural. El  hermetismo interior; sereno, presente.   El mundo a través de Hopper. Superior  en  mayúsculas.

Eduard Hopper
1882 - 1967