viernes, 3 de abril de 2015

Deliberado o no; nuevos datos

Búsqueda en internet; cabina avión, bloqueo. De confirmarse, se confirma un acto tan deliberado como inexplicable. Aún incrédula, atrás quedan las causas de trastorno mental transitorio como consecuencia de una patología neurológica que excluye la deliberación o conciencia del acto en sí mismo comentadas en mi anterior entrada. Queda claro; ni detectives, ni adivinos; los médicos necesitamos de una historia clínica completa, paciente frente a frente incluido. Por lo demás, horrible, qué espanto; la mente humana en su versión más oscura e inexplicable. En plenos días de descanso, despejado el cielo, negro el deseo de seguir escribiendo sobre un siniestro tan dramático,  más de tres mil visitas en un par de días merecen un punto y seguido en base a estos nuevos datos. Precipitados o no, presupongamos ciertos. ¿Qué puedo añadir?

En plena depresión; ideas de suicidio, si se detectan, el ingreso debe ser inmediato. Si algún amigo os cuenta sus deseos de suicidio -creerle o no- pero ponerle en contacto con un psiquiatra de modo urgente. Ese consejo es prácticamente lo único que puedo aportar sobre un tema que no entra dentro de mi campo de especialidad.  Eso y comentaros que la psiquiatría debate sobre la culpabilidad de los actos criminales de psicópatas y demás mentes enfermas que por la propia enfermedad se suben a un tejado y disparan a matar sin más razón que su propia mente enferma. Un debate que se enreda en la propia tela de lo inexplicable.  Hace unos años asistí a uno de esos debates surgido de una conferencia sobre el cerebro y la toma de decisiones. 

En el coloquio, la pregunta sobre la responsabilidad de una mente psicótica que comete un crimen; culpable o no culpable dado su enfermedad mental. Y, la conclusión de los psiquiatras de la mesa, sino unánime, mayoritaria; sino definitiva, si de peso. Entre tanto enfermo psiquiátrico; brote tras brote, mentes al borde de precipicios y cuchillos, realidades alteradas, entre tantos y tantos casos…tan pocos asesinatos, contadas matanzas, horribles, contadas. Así que -con peros y matices- culpables. Maldito cerebro, a veces. Y, en este caso, ¿qué mente puede realizar un acto así? Narcisista maligno, apuntan psiquiatras consultados por la prensa. Tan extraño como imposible no detectarlo en la vida cotidiana. Qué las investigaciones concluyan antes de sacar más conclusiones. 

Foto entrada F. 
A. N