sábado, 29 de septiembre de 2018

Mas que pruebas... observación




Su expresión al entrar en mi consulta no engañaba. Sobrinas de un matrimonio mayor sin hijos, acudían sin la paciente para mostrarme las pruebas solicitadas en la primera visita realizada hacía apenas un par de semanas, pero ya me podían adelantar que el tratamiento que había pautado a su tía había resultado más que satisfactorio. Èxito o milagro. Aunque con prudencia,  ya podía caminar.
Mujer de más de 85 años, desde hacía meses se mostraba incapaz de dar dos pasos y a pesar de diversas consultas médicas realizadas nadie les había informado de posibles causas ni tratamientos. La edad, la edad y sus múltiples problemas de salud que terminan por limitarnos hasta el punto de no poder caminar sin una causa sino muchas; la espalda, las rodillas, debilidad general, inestabilidad… Apreciación que debe tratarse de concretarse al máximo para conseguir algún éxito de vez en cuando. Éxito de la medicina y éxito de la observación clínica.
En este caso, la evidencia del principal problema que impedía caminar a la paciente quedaba enmascarado por la sobreprotección de sus acompañantes –marido y sobrinas- que, en cuanto la mujer trataba de incorporarse de la silla, se lanzaban a ayudarla e impedían visualizar lo que realmente le ocurría.
Así pues. Mi primer acierto.  Pedir a los acompañantes que se sentaran y pasar a explorarla sin su ayuda.  Sin levantarla de la silla, valorar la fuerza de sus extremidades, la rigidez, reflejos. Nada. Ni déficit motor ni otros datos neurológicos que explicaran su imposibilidad para caminar.
Tocaba verla levantarse, caminar. Fijé las ruedas de la silla y la ayudé a incorporarse. Un miedo evidente, pero confiada ante mi  atención y ayuda, apenas necesité ayudarla. Una vez en pie, la evidencia de su problema.
Temblor ortostático. De pie, imposible dar ni un paso pues le aparecía un temblor de todo el cuerpo invalidante.  Atribuido a un supuesto miedo a caminar, ni la paciente ni los familiares, habían nombrado la palabra temblor durante la anamnesis o recogida de datos de su historia clínica que se realiza previa a la exploración física.
Un temblor de mayor o menor intensidad, invalidante o no, pero que, por lo general, se trata de un temblor benigno al no acompañarse de otros síntomas de la enfermedad de Parkinson, enfermedad que suele manifestarse con una gran variedad de problemas motores, pero, que, cuando cursa con temblor, éste es de reposo y no de actitud.
Un temblor que suele responder al tratamiento con propanolol en el sentido de disminuir su intensidad aunque no lo elimina ni  cura el proceso tras un tiempo de tratamiento.  En el caso de mi paciente, un temblor que había respondido a dosis bajas de dicha medicación de modo algo más evidente y satisfactorio para la calidad de vida de lo que habitualmente suele responder.
Un éxito de la experiencia en la práctica clínica del paciente neurológico que a pesar de los enormes avances en pruebas diagnosticas que facilitan el ejercicio de la medicina, continua sustentándose en la anamnesis y la exploración física rutinaria sin más armas que una camilla, un pequeño martillo y la observación y rigor en dicha historia clínica inicial. Quien no sabe lo que busca, no sabe lo que encuentra. Estudiantes y no tan estudiantes; un tan sencillo como aleccionador caso para todos. 

   

                                           






                                        


                                           



                                          


















2 comentarios:

  1. Admirada colega: Es un placer conocer que el sentido clínico sigue siendo practicado y reivindicado. Eso, sin duda, al tiempo que no negamos la imprescindible ayuda que los nuevos medios tecnológicos nos aportan (destaco mi admiración por los radiólogos, intervencionistas y no)

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  2. Pues si. En neurología sigue siendo esencial la explotación y la historia clínica aunque aún recuerdo cuando no existían las resonancias y para ver la médula se hacía la monografía inyectando en.puncion lumbar un contraste y viendo sólo indirectamente la médula. Pero hoy en día ya ni se explora al paciente. Mil gracias por tus observaciones

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