domingo, 7 de octubre de 2012

Derecho a decidir

 
Derecho a decidir; por supuesto. Primer obstáculo a superar consensuadamente. "En democracia cuando una ley no nos gusta, lo que debemos hacer es cambiarla democráticamente” coincido  con las líneas expresadas por el candidato del PSC  a la presidencia de la Generalitat. Del blanco al negro, distintas posiciones todas ellas representadas en unas elecciones: básico, esencial. Y que  cada parte se defina con claridad sin esa pretensión perversa de arañar votos manipulando el discurso para ganar las elecciones. Distintas posiciones. Discursos honestos.  Con esta doble condición, el órdago lanzado por el actual president de la Generalitat  no solo me parece aceptable sino  oportuno a pesar de la monumental crisis económica en la que andamos inmersos sin aire ni atisbos de solución ni siquiera a medio plazo.  Basta ya de abrir brechas en plan hormiguita hasta que la brecha sea lo suficientemente grande como para que una mayoría comparta la misma opinión. Tras  treinta años de democracia, ha llegado la hora de la verdad. 
 
Vivir en sociedad. Comunidades de vecinos. Las padecemos y las disfrutamos. Cerebros sociales. De la inteligencia emocional a la inteligencia social. Distintos acercamientos de enorme interés para comprendernos como personas. Del sistema límbico o cerebro emocional  a las áreas prefrontales o cerebro social; El cerebro de  la civilización o esas zonas anteriores de los lóbulos frontales especialmente desarrolladas en los seres humanos;  la parte de nuestro cerebro más misteriosa y apasionante; región responsable de la percepción consciente de las emociones,  del pensamiento abstracto, probablemente el lugar donde se genera la conciencia de uno mismo, la razón de ser personas.  Una zona indispensable  como   seres sociales y  al mismo tiempo en interrelación constante con   el resto del cerebro. Una sociedad en permanente equilibrio, interrelacionada, dependiente; democrática. Se acepta el reto, caballero.


Foto: Carlos Güell