lunes, 4 de junio de 2012

Estrategias de memoria


Al fin me he decidido; otra moto. Utilización parcial, según el día, para no perder el saludable hábito recién adquirido de andar, ese era mi plan.

La otra noche salía de casa, casco en mano, directa hacia mi flamante moto. No estaba. Apenas una semana y ya me la habían robado. No me lo podía creer. En otros robos, al menos, la había podido amortizar durante unos cuantos meses. Llegué a la cena en taxi y apenas me atreví a llorar mi suerte, demasiada mala suerte para ser contada, alguien tan robado, tan gafe, ni hablar.

El caso es que regresé a casa de madrugada. Antes de entrar, volví a buscar la moto: nada. Entre tanta moto, la mía. Tengo cierta tendencia a pensar en clave estadística, una especie de estadística intuitiva dado mi escasa destreza con los números. Algo  no cuadraba, simplemente, no podía ser. Así que, ahí mismo, en plena calle, me puse a repasar mentalmente lo que había hecho las horas anteriores al supuesto robo.     Un problema con el cable del ordenador me había mantenido entretenida toda la tarde; de un lado para otro, compras y devoluciones. Cada paso, cada movimiento,reproducido en mi mente, moto por aquí, moto por allá, un café en tal sitio, lo último. No recordaba haber vuelto a casa andando, pero tampoco en moto. En cambio, si veía en mi mente el sitio exacto donde la había dejado aparcada frente al FNAC. Pasadas las tres de la madrugada, más por curiosidad que por otra cosa, me puse a andar. Y ahí estaba. Estadísticamente aparcada. Me sonreí a mí misma. Sí señora, por desgracia no tardarán en robármela, pero, tan pronto, tanta mala suerte,no podía ser. Y no había sido. Bien por la estadística. Bien por mi mente retrospectiva.

Dentro de la neurología  mantengo una especial dedicación al campo de la memoria. Despistes y perdidas personales al margen, se como potenciar la memoria, me dedico a dar consejos sobre ello y colaboro con una experta en rehabilitación cognitiva cuando el caso lo requiere. En mi nuevo libro divulgativo “La pierna olvidada” entender la memoria para mejorarla, lo explico en formato novelado -por cierto, ya editado y a punto de su presentación- Registro, retención y recuerdo; los tres pasos de la memoria. Cada fase con sus específicas estrategias de potenciación. Y, en relación al recuerdo o capacidad de recuperar la información almacenada en nuestro cerebro, la representación mental visuoespacial es un recurso tan conocido como sencillo y excelente para localizar la información dentro de nuestro cerebro. Buenas noches, amigos,  otro día, otras estrategias.

Foto entrada en F. David Marti