domingo, 2 de diciembre de 2012

Facebook y la realidad


De este año asfixiante me quedo con Facebook. Quizá sea un poco  exagerado, en todo caso, no es un decir oportunista.  Además de servirme de lanzadera universal de mi blog, ha sido un placer descubrir la mente brillante e ingeniosa  de mi sobrino M., reencontrar amistades desde Texas a Australia, disfrutar de la acertadísima selección de frases de  D.M  al que no tengo el gusto de conocer,  adjuntar a mi archivo de imágenes  fotos magnificas introducidas por unos y por otros, descubrir música, contribuir a difundir proyectos de amigos...   Y, de momento, ningún disgusto. Algún contacto con el que no sintonizas se elimina  con la facilidad de apretar una tecla y santas pascuas.  Qué diferencia con la vida real donde cuando alguna relación te desengaña ya  las sueles  tener  metida en tu vida hasta en la sopa.

La vida real. Reflexionar sobre la realidad nos conduce de inmediato  a darnos cuenta de su subjetividad. “La edad no tiene remedio, la realidad sí”,  escribo en mi último libro recién publicado  La pierna olvidada. Captamos el mundo exterior a través de los sentidos, pero… ¿qué mundo captamos? ¿El mundo que vemos es el mundo que existe? ¿Conocemos la realidad o solo pensamos en ella? se pregunta la ciencia. Tengamos presente el siguiente ejemplo: si tuviéramos los receptores visuales de las abejas veríamos las radiaciones ultravioletas, dado que el ojo humano tiene sus limitaciones como órgano receptor,  nos perdemos la visión de dichos rayos. Y lo mismo ocurre con el resto de sentidos. Por otra parte, nuestro cerebro procesa la información que recibe a través de  estos receptores de una determinada manera. Un procesamiento neuronal que si fuera diferente percibiriamos  otro mundo, otra  realidad.  Así pues, receptores y procesadores cerebrales. Limitados. Extraordinarios. Los cinco sentidos. Cinco joyas a potenciar puesto que dichos procesadores cerebrales   están abiertos a la imaginación, a la creatividad, a un mundo propio potencialmente  mucho más rico que el recibido del exterior. La realidad está en nuestro interior; buena apreciación.

Resumiendo; nada más incierto que la realidad que vemos, nada más capaz de interiorizarse, desarrollarse, crecer, hacerse propia y de todos, y en ese aspecto, bienvenidas sean las redes sociales,  altenativas  que amplien  horizontes a nuestra  propia  realidad   no sobran  y menos en estos tiempos cargados de realidades   indignantes, vergonzosas...  de carne y hueso, sangrantes,  a combatir desde dentro y desde fuera, desde donde sea.  

Picasso