viernes, 1 de marzo de 2013

Vacunas contra la enfermedad de Alzheimer

 
"Primera vacuna eficaz contra la enfermedad de Alzheimer".  Otro titular de periódico incorrecto. Para colmo, el contenido también es tendencioso, algo mucho menos habitual.  Publicado hace varias semanas, aguardaba turno medio olvidado.  Del día a día, sin buscarlos, van surgiendo temas que me inspiran. Escribo el titulo y lo guardo. Algunos pierden interés, sobretodo  actualidad…  en todo caso, no es el caso de  la enfermedad de Alzheimer (E.A) -por desgracia, año tras año, más actual-.  

Y es que, o se encuentra en las próximas décadas  un tratamiento que al menos detenga  el proceso evolutivo de estas demencias degenerativas que se engloban con el nombre de EA, o nos vamos a encontrar sumergidos en una sociedad bipolar; o seremos  pacientes  o seremos cuidadores de familiares con esta devastadora enfermedad destructora de neuronas hasta el punto de “comerse” literalmente nuestro cerebro. Y es que la población envejece a marchas forzadas. Y es que la  EA afecta al 5% de la población de más de 65 años y su incidencia se duplica cada cinco años de tal manera que a partir de los 80 años casi el 50 % la padece.

Así pues, benditos sean los ensayos clínicos relacionados con esta enfermedad. Además de los tratamientos actuales que han demostrado enlentecer su  curso evolutivo  a base de aumentar los  niveles de acetilcolina - un neurotransmisor  cuya deficiencia está implicada en la pérdida de memoria-, desde hace años,  existen abiertas nuevas líneas de investigación; lejos aún de su comercialización,  las llamadas vacunas son una de ellas. 
 
El ensayo comentado arranca en humanos por primera vez. Anunciar que el tratamiento es eficaz es un error de bulto. Hasta la actualidad, se basa  en estudios realizados en modelos experimentales con ratones; modelos que distan mucho de  reproducir lo que constituye la enfermedad de Alzheimer. Por otra parte  no se trata de la primera vacuna: otras han sido probadas tras sus correspondientes resultados útiles en modelos animales y han fracasado en los ensayos realizados en humanos.

Así está el tema. No levantemos falsas expectativas. A pesar de que los esfuerzos a nivel mundial para prevenir y tratar esta enfermedad son enormes,  el desarrollo de nuevos fármacos precisa  tiempo; años  y años  de ensayos; primero en el laboratorio y luego en humanos.  A la vacuna en cuestión le queda un largo recorrido si es que no cae por el camino como las anteriores. Prudencia y paciencia,  dos palabras claves en investigación clínica. Sin intención unicamente  de criticar, me gustaría resumir las interesantísimas bases en las que se sustentan estas luces abiertas  llamadas vacunas contra la enfermedad que devastó el cerebro de la maravillosa Rita H.  Archivo el tema para otro día.   



Rita Hayworth en  Gilda