sábado, 23 de marzo de 2013

Cerebros con agenda


He comenzado a escribir mi nueva novela. Una historia de tres hermanas. Amores, intrigas, pasiones. La bomba. Intensidad de contenido, estilo y voz propia.   Si uno no comienza este tipo de actividades mentales con la estimulante sensación de  estar convencido de   que tiene entre sus neuronas algo realmente apasionante; mejor se dedique a otra cosa.  Al mismo tiempo, pretendo continuar con las entradas de mi blog sin bajar el listón; mismo  interés y mismos objetivos. La regularidad deberé planificarla.  Capacidad de planificación; una función ejecutiva de nuestro lóbulo frontal en su parte más anterior y basal que no disponen otros animales:  inteligentes, instintivos, seres emocionales y maravillosos como los perros - que un día tuve y que otro día decidi contenerme y  no volver  tener- cuyo cerebro carece de esa  área que nos convierte en humanos con agenda incorporada. 

Las funciones ejecutivas entre las que se incluye  la capacidad de planificación  se ven afectadas en muchos pacientes con enfermedades cerebrales degenerativas; lenta y progresivamente van perdiendo esta capacidad indispensable para organizarse y trabajar más allá del momento.  Un déficit  solapado por otros déficits que convierten su  día a día en un olvido constante. Más impactante,  desconazonador... repentino, rabia y rabia,  es  el caso de  los traumatismos craneales  con frecuentes lesiones en esta área dada su localización.

Recuerdo su expresión. La misma expresión o falta de expresión durante los años que estuvo acudiendo  a la unidad de  rehabilitación neuropsicológica de mi departamento.  Le acompañaba su mujer; tampoco he olvidado su paciencia, su resignación ante un marido como cambiado desde que salió del hospital,  otra marido tras el traumatismo craneal. Incapaz de preguntar, contestando con monosílabos, a pesar de conservar  intactas  las áreas cerebrales relacionadas con el lenguaje. Aún seguiría sentado frente a mi escritorio, sin las indicaciones y la mano de su mujer. Fiel, extraordinario mundo de los afectos y uniones. No soy especialmente dudosa...  segura, segura de muy pocas cosas, pero de una cosa si estoy realmente segura: si no fuera médico, si no fuera neuróloga, de haber elegido otra profesión, no escribiría novelas. Feliz semana santa a todos; fieles e infieles, unidos y  no tan unidos, humanos y no tan humanos. Mucho cuidado en la carretera. 
 
Foto entrada en F.