sábado, 11 de mayo de 2013

¿Qué memoria me está fallando?


Desde hace un par de semanas tengo una mancha de barro en la mampara de mi moto. Está esquinada y no me quita visibilidad por lo que el asunto no es urgente, pero, cuanto antes la limpie, mejor. Pues bien, cada vez que me subo a la moto, veo  la mancha y me acuerdo  que no recordé  limpiarla  y, en ese momento, pues no es momento de regresar a casa en busca de una bayeta o trapo mojado. Así llevo un par de semanas. ¿Qué clase de memoria es la encargada de avisarme que debo limpiar la mancha en el momento oportuno y no cuando la veo y ya no es el momento oportuno para limpiarla?   ¿Qué tipo de memoria me está fallando?
 
Si queremos entender en qué consiste la memoria, por qué nos falla y que podemos hacer para mejorarla, lo primero que tenemos que  entender es que no existe una única memoria como función cerebral, sino que se trata de una actividad mental compleja compuesta por distintos estadios o fases y, a su vez, existen distintos tipos de memoria. Distintas fases y distintos tipos. La primera y esencial división: dos grandes bloques; la memoria consciente y la memoria inconsciente; cada uno de ellos con sus particulares circuitos neuronales  de alguna manera  interrelacionados. En otras entradas  hablaremos de todo ello. Hoy toca hablar de la memoria que me está fallando. La memoria de trabajo.
Cada día nos enfrentamos a multitud de tareas. Hacer esto, hacer lo otro. Parece sencillo, pero, mientras hacemos algo y nos acordamos de una tarea que deberíamos hacer después, eso que dejamos para más tarde debe de quedar en reserva en alguna parte de nuestro cerebro,  de lo contrario ¿cómo nos acordaríamos de hacerlo? Es decir, de alguna manera, el cerebro nos avisa que mantiene esa tarea guardada en los entramados de la memoria y que ha llegado el momento oportuno de realizarla.  ¿ De qué memoria estamos hablando? Estamos hablando de un tipo especial de  memoria llamada de trabajo.  Constantemente estamos programando actividades para realizar después de… vas al baño, ves unas pastillas, recuerdas que antes de cenar debes tomarlas… ves un libro en el suelo y optas por recogerlo después. Ves una mancha en la mampara de tu moto y queda la tarea pendiente a realizar. Te propones  parar en  una gasolinera y limpiar la manchita que ya está bien de ir con manchitas por la vida. De hoy no pasa. Así llevas dos semanas. El lunes, al subirme en la moto, volveré a ver la manchita, volveré a maldecir  mi memoria de trabajo. ¡Con cuánta frecuencia olvidamos la tarea que pensamos hacer si no actuamos de modo inmediato! Y es que la memoria de trabajo -función ejecutiva localizada en los lóbulos prefrontales-  es la más humana de las memorias y la que se ve más afectada a medida que envejecemos. Tranquiliza, pero ya está bien con la manchita.  El lunes  me prometo a mi misma limpiarla. Ahora mismo me levanto, cojo un spontex y lo dejo en el suelo frente a la puerta de salida.  No tengo previsto invitados para el domingo - menos mal-  estaré todo el día fuera, me espera  una comida en casa de una íntima amiga   con sobremesas tan entretenidas como largas.  El lunes, al verlo en el suelo, me acordaré. Cómo salga distraída y me suba a  la moto y vea la manchita y me acuerde del spontex olvidado  en la puerta de salida,  me pego un tiro.


Foto  entrada F por Alicia Nuñez